Todos recordaremos aquella frase tan conocida de la España de antaño: la letra con sangre entra que justificaba la violencia del maestro hacia el alumno como un apoyo, un refuerzo necesario en la enseñanza. También recordaremos cómo en estos últimos años hemos asistido a un cambio de roles en cuanto a violencia se refiere dentro de nuestras aulas. Son muchachos y muchachas los que agreden; son muchachos y muchachas, profesores y profesoras, padres y madres…los agredidos.
Pero este fenómeno no afecta únicamente al contexto escolar. Lo más inquietante de la situación es que está generalizándose progresivamente atravesando y extendiéndose por toda la trama social: son los llamados individuos sin conciencia (también conocidos por psicópatas). En nuestro país representan casi el 2% y la cifra va en aumento según datos de Garrido Genovés, profesor titular en la Universidad de Valencia que ha hecho un estudio sobre el cambio de estructura en la escala de valores de la sociedad occidental.
Según dicho estudio ciertos valores individualistas como el culto personal al cuerpo, el propio interés, el egocentrismo; unido a la tendencia al éxito inmediato sin esfuerzo, la sustitución del sentimiento de culpa por el de vergüenza o el consumismo exagerado son los causantes de la pérdida de conciencia de comunidad: el sentimiento de pertenencia a un grupo y de cooperación fraternal y desinteresada.
Por tanto, como medida preventiva será imprescindible el compromiso no sólo de nuestro cuerpo docente, ni el de nuestros padres: es el esfuerzo de toda la sociedad en conjunto, mano a mano, el que contribuirá al cambio.
En general, deberíamos recoger en nuestra filosofía educativa las enseñanzas de los hombres y mujeres que muestran un gran compromiso moral. Todos debemos ayudar a que los padres sean capaces y estén en disposición de:
- Lograr un buen apego emocional de sus hijos.
- Desarrollar en ellos desde el principio al máximo los sentimientos morales y la conciencia.
- Hacerles partícipes en actividades de ayuda desinteresada; darles oportunidades para que practiquen los hábitos morales correctos.
- Exigirles esfuerzo en sus vidas para lograr recompensas.
- Orientarles a reflexionar sobre las consecuencias indeseables de sus actos en los otros y en ellos mismos (la moralidad negativa).
Qué ha sido la filosofía pacifista de Gandhi, de los sueños de fraternidad de Luther King, de la pasión altruista por los más indefensos de Teresa de Calcuta, del valor de respetar la diversidad del entorno que nos legó Rodríguez de la Fuente, del esfuerzo y tesón del Ché…y de todas aquellas vidas anónimas, verdaderos ejemplos, que inspiraron el buen hacer y el mejor sentir.
¿Qué ha sido de su memoria, de su recuerdo y de su ejemplo? Ya no están de moda, no son populares ni están in. Son modelos de épocas ya pasadas, piezas viejas de museo.
¿Adónde os habéis ido? ¿Dónde os hemos depositado? Vidas de desperdicio, como material no reciclable, se van descomponiendo. Son escombros de esperanzas, basura en el vertedero del pasado y del olvido.
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Lo han hecho posible: Laura, Cris y Dani.
2 comentarios:
una cadena soporta lo que aguanta el eslabon más débil,
quizás no todo este muerto,
quizas si cada uno hacemos,
quizas...
`pd: gracias por este soplo de aire fresco
La conciencia o consciencia, del latín conscientia, es definida generalmente como el conocimiento que el ser humano tiene de sí mismo y de su entorno. "Conscientia" significa literalmente "con conocimiento" (del Latín: cum scientiā). En los humanos, la conciencia implica varios procesos cognitivos con aspectos interrelacionados.
Si nos ajustamos a la definición anterior, la expresión "La conciencia a muerto" no es correcta. En su lugar debería decirse "La conciencia a cambiado".
Y ello es algo natural y necesario. Porque " el conocimiento" de que dispone cada generación de humanos es diferente. Y a medida que "avanza el tiempo", se incrementa la cantidad y calidad de "la información" de que dispone la especie para conocerse a si misma.
De lo anterior, se deduce que tan importante como "el conocimiento y los valores que se derivan de él", lo es "cómo se gestiona", es decir como la mente los recibé, ordena y hace uso de éllos en la vida práctica.
Finalmente, la trasmisión del conocimiento de una generación a otra -en su modo teórico, es decir la enseñanza-, tiene un desafío doble: primero, trasmitir el conocimiento acumulado;segundo, preparar al alumno para el cambio de "conciencia" que sufrirá en la medida que pase el tiempo. Sintetizando, educar a los que llegan en una época de conocimientos para que sean capaces de sobrevivir a la posterior, que es donde transcurrirá su existencia.
LB
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