Mi nombre es lengua de signos y desde el 23 de octubre de 2007 soy una más en el aula. De momento sólo me utilizan algunas personas y por ello requiero de intérpretes que me traduzcan a otras lenguas, que también conviven conmigo en el aula, como son el castellano y el inglés. Me ha costado mucho estar aquí porque en general se pensaba que no era más que una serie de gestos primarios. Y yo soy mucho más que eso, tengo una estructura, una gramática, un alfabeto, una sintaxis y un léxico propio. Soy capaz de nombrar cualquier objeto, idea… Y sobretodo soy un medio de expresión para 120.000 personas sordas de España.
Belarmina, Celia, Isabel y Tatiana
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